Con las primeras lluvias de septiembre, un sonido invade Las Corchuelas. No hay nada tan impactante como el sentir la berrea del ciervo en Monfragüe. Conforme los días se hacen más cortos el bramido del venado en la ladera de la Sierra de las Corchuelas se hace más profundo, sobrecogedor, majestuoso y espectacular. En las noches de septiembre, podrás ver y escuchar desde el caminar de los ciervos hasta el chocar de sus cuernas.